Desde
hace alrededor de 20 años estoy embarcado en una búsqueda personal de integración
y sanidad psicológica, que quiero compartir.
Vengo de una familia bastante estructurada, y yo
copié sus estructuras y tal vez hasta las incremente. Desde afuera se ve a una
persona “tímida”, “callada”, “introvertida”, “en su mundo”, pero desde adentro
se vive en una verdadera opresión psicológica, que por momentos puede ser muy
dolorosa, que no te deja relacionarte
con los demás, ni saber quien sos, y que querés.
Lo peor de todo es que uno no lo sabe, y a
veces lleva mucho tiempo simplemente darse cuenta. Uno tiene un paradigma de
vida, una serie de “valores”, y de pronto ves que te vas quedando solo, que
todo el tiempo tomas decisiones equivocadas, que te vas alejando de lo que
verdaderamente querés y lo que vas consiguiendo no tiene valor para vos y un
día te cansas de darte contra la pared y te vas dando cuenta de que el problema
siempre estuvo en vos.
Ese proceso yo lo viví gracias a un grupo religioso
al que iba cuando tenía unos 20 años. A pesar que se destacaba que “Dios es
amor” yo me sentía cada vez más oprimido y deprimido. A pesar de que todos compartíamos
los mismos objetivos, yo sentía que no podía “ser yo mismo”, que no podía
“conectarme” con los demás, como si siempre estuviera representando un papel,
un rol.
Ese grupo fue la pared en la que me choque una y
otra vez, justamente por que destacaba los valores para los que yo estaba mas
bloqueado: una relación con un Dios de amor,
un construir una comunidad, una expresión libre y espontánea en la
oración comunitaria, todas cosas que desde la voluntad y desde la inteligencia
no podía lograr. Después de unos años deje el grupo, en un estado de depresión
leve, y muy oprimido psicológicamente. Pero ya había comenzado mi proceso de
búsqueda. Ya había descubierto que tenía una imagen falsa de Dios, un falso
dios opresor. Y toda una estructura que me condicionaba.
En esa
época empecé a leer libros de psicología, los clásicos, Freud, Adler, Horney y
otros y también libros de espiritualidad general, sin embargo no encontraba lo
que buscaba. Incluso en una época hice terapia con un psicólogo y, si bien no
fue una mala experiencia, no encontré tampoco herramientas que me sirvieran
para los cambios profundos que buscaba.
Habiendo
probado y estudiado distintas propuestas existentes, sin éxito, comencé mis
propias búsquedas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario